¿Datos o llamadas? El dilema de las tarifas

Está claro que cuando alguien busca opciones para que su contrato de telefonía cumpla con sus expectativas, opta por poner sobre la mesa la necesidad real.

Por norma general, durante un tiempo era clave contar con datos por encima de llamadas. Estaba claro que era mucho más importante ser capaces de relacionarse por redes sociales y aplicaciones de mensajería. Sin embargo, quizá el Covid haya cambiado también la forma en la que se entiende este tipo de comunicación.

El hecho de teletrabajar o de pasar más tiempo en casa hace que se puedan consumir con wifi cualquier contenido audiovisual. El compartir imágenes, hacer videollamadas o incluso el escribirse por aplicaciones es territorio de casa. Sin embargo, si algo también ha traído el teletrabajo, son la necesidad de contacto por voz.

Las llamadas ilimitadas se han convertido en las grandes aliadas de la labor comercial que ha pasado de ser desde el teléfono de oficinas o mails a ese contacto directo con la persona al otro lado de la línea. Es por ello que se ha dejado de lado el usar Whatsapp, Telegram o incluso Skype como forma de llamada para evitar la tentación de convertirlo en una reunión virtual y se ha vuelto hasta la comunicación más clásica a través de la voz.

¿Por qué es importante hoy en día apostar por las llamadas? Porque el potencial que tiene la voz para poder transmitir serenidad, firmeza o incluso intimidad es único. Va más allá de la imagen, del gesto. Es solo la palabra. Y esa llega mucho más directamente cuando se trata de mensajes que están exentos de más disfraz.

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La psicología detrás de una llamada de voz es muy diferente al enfrentarse a la mirada, lo que permite mucha más sinceridad y, también, mucha más confianza con el interlocutor. De ahí que sean cada vez más habituales los contratos que optan precisamente por no limitar los minutos de llamadas para poder ejercer ese contacto no solo laboral sino personal de una forma mucho más personal.

En la memoria de todos quedan las conversaciones de madrugada con alguien especial, esos silencios cuando se habla con amigos de algo relevante o incluso cuando se necesita negociar algo.